Según un nuevo estudio realizado en el Instituto Karolinska en Estocolmo, y publicado en el Diario de la Asociación Americana de Medicina, las mujeres embarazadas que son obesas o tienen sobrepeso, tienen un mayor riesgo de dar a luz prematuramente.
El nacimiento prematuro ocurre cuando el bebé nace antes de las treinta y siete semanas de gestación, y es una de las principales causas de enfermedad neonatal y de mortalidad infantil.
Este análisis incluyó más de uno punto cinco millones de nacimientos registrados entre 1992 y el año 2010, y no es el primer estudio en el que se observa la relación entre el exceso de peso durante el embarazo y el riesgo de parto prematuro.
A diferencia de lo que se pensaba, las mujeres obesas y embarazadas pueden prevenir complicaciones de salud para sus hijos perdiendo un poco de peso. Los investigadores encontraron que entre la mujeres embarazadas, mientras más alto sea su índice de masa corporal, mayor es el riesgo de un nacimiento prematuro.
Los nacimientos prematuros son una de las principales causas de discapacidad y representan la cuarta parte de las muertes infantiles en los Estados Unidos. Otros estudios han encontrado que las mujeres que tienen un parto prematuro espontáneo tienen altos niveles de citoquinas en el cuerpo (proteínas inflamatorias), estas se han relacionado con complicaciones en la salud neonatal. Ya que las mujeres obesas tienen más probabilidades de experimentar inflamación, aumenta el riesgo de las infecciones urinarias, que a su vez aumentan el riesgo de parto prematuro.
