Según un nuevo estudio publicado en el Diario Británico de Psiquiatría, la combinación del tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, acelera el deterioro cognitivo.
Los investigadores encontraron que los fumadores que consumían mucho alcohol, aceleran hasta en un treinta y seis por ciento, la disminución de sus habilidades cognitivas, en comparación con los bebedores moderados no fumadores.
Los participantes en el estudio fueron analizados para conocer sus hábitos de consumo y su función cognitiva; incluyendo el razonamiento verbal y matemático, la memoria verbal a corto plazo y la fluidez verbal. Esto fue evaluado tres veces en diez años.
El equipo de investigación encontró que los fumadores actuales, que también eran grandes bebedores, tuvieron un deterioro mayor. De hecho, los científicos descubrieron que los cerebros de estas personas envejecían el equivalente de doce años, por cada diez años.
Desde una perspectiva de salud pública, el aumento de la carga asociada con el envejecimiento cognitivo podría reducirse si los factores de vida se modifican. Además, las personas no deben beber alcohol en mayor medida, bajo la creencia de que éste funciona como un factor protector contra el deterioro cognitivo.
La recomendación es que los fumadores y bebedores, deben parar o reducir el consumo excesivo de estas sustancias. Especialmente cuando combinan estos dos comportamientos poco saludables en la mitad de su vida y durante su edad adulta.
