Un paciente con fibromialgia suele ir al médico muchas veces antes de que obtenga un diagnóstico adecuado. Esto se debe a que los síntomas son similares a otras condiciones. Antes de diagnosticar la fibromialgia, el médico debe descartar otras afecciones y enfermedades.
En las pruebas de laboratorio, no se muestra una causa física para el dolor que acompaña a la fibromialgia, así que no hay forma de diagnosticar este padecimiento por este medio. Esto puede ser frustrante para el paciente y el médico también. Desafortunadamente, el paciente corre el riesgo de ser atendido por un médico inexperto que llegue a la conclusión de que su dolor no es real y que por lo tanto no hay ningún tratamiento.
El Colegio Americano de Reumatología, ha establecido dos criterios para el diagnóstico de la fibromialgia, entre ellos está un dolor generalizado que ha durado más de tres meses. Generalizado significa que el dolor afecta cuatro cuadrantes o partes del cuerpo (los lados derecho, izquierdo, superior e inferior).
Por otro lado, existen algunos puntos sensibles en el cuerpo, estos sitios se encuentran en la parte trasera y delantera del cuello, entre el cuello y el pecho, entre el cuello y la espalda, las rodillas, la parte interior de los codos, por encima de los glúteos, en la parte superior de los muslos, ente otros. El dolor en al menos once de estos puntos debe estar presente para confirmar un diagnóstico por fibromialgia.
