Cuando una persona padece de envenenamiento por alcohol, es porque ha consumido una cantidad tóxica de alcohol, generalmente durante un corto tiempo.
En estos casos, el nivel de alcohol en la sangre es tan alto que se considera venenoso. El paciente puede llegar a sentirse extremadamente confundido, desorientado, incapaz de responder a algunos estímulos. También puede tener una respiración superficial e incluso podría desmayarse y entrar en coma.
Dicho de otro modo, el envenenamiento por alcohol puede ser peligroso para la vida y por lo general requiere de un tratamiento médico urgente.
Ya sea que ocurra accidentalmente o por un consumo excesivo de alcohol, cuando alguien consume una bebida alcohólica, su hígado debe filtrar el alcohol, ya que lo considera como una toxina más en la sangre. Las personas absorben el alcohol mucho más rápido que los alimentos, por lo que ingresa a nuestro torrente sanguíneo con gran rapidez. Sin embargo, el hígado sólo puede procesar una cantidad limitada de alcohol, aproximadamente una unidad de alcohol cada hora.
En otras palabras, beber dos unidades de alcohol en una hora, significa que habrá una unidad extra en el torrente sanguíneo. Si durante la próxima hora se ingieren otras dos unidades, habrá dos unidades circulando por nuestro cuerpo. Cuanto más rápido se tome, mayor será la concentración de alcohol en la sangre.
Una alta concentración de alcohol en el torrente sanguíneo puede traer problemas a nuestras funciones mentales y físicas. Tan sólo en los Estados Unidos se reportan anualmente cincuenta mil casos de intoxicación por alcohol. Esto resulta en la muerte de un paciente cada semana por esta causa.
