Científicos de la Universidad de Lund, en Suecia, han sugerido que un viejo medicamento para tratar el cáncer, podría ayudar a prevenir el rechazo inmunológico de los órganos o tejido trasplantados. Este descubrimiento podría conducir a nuevos tratamientos para algunas enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o la diabetes tipo 1, en donde el sistema inmunológico de la persona ataca el cuerpo.
El nombre de este medicamento es Zebularina, y fue desarrollada en los Estados Unidos en la década de los sesenta. Los investigadores han estado trabajando en el estudio de los tumores cerebrales desde hace muchos años, y dijeron haber encontrado los efectos de este fármaco por casualidad.
Al parecer la Zebularina tiene la capacidad de someter a las reacciones del sistema inmunológico del cuerpo. Los autores del estudio describen al medicamento como un agente de desmetilación del ADN, que activa los genes para que fabriquen enzimas que suprimen el sistema inmune.
En el presente estudio, el equipo sueco trasplantó células productoras de insulina pancreáticas, de un grupo de ratas sanas a dos grupos de roedores, mediante una inyección de estreptozotocina. Un grupo se trató diariamente con Zebularina, y el otro grupo no recibió ningún tratamiento adicional.
Las ratas tratadas con el fármaco sobrevivieron durante un periodo significativamente más largo que las ratas no tratadas. A pesar de que sólo se les trató con Zebularina por dos semanas, los efectos del tratamiento se observaron durante los noventa días que duró el seguimiento. Esto es importante, ya que el sistema inmunológico de las ratas fue suprimido y no se observaron signos de algún efecto secundario.
Si los investigadores logran refinar el tratamiento para que las células dendríticas (un grupo específico de células inmunes) acepten ciertas proteínas bajo la influencia del medicamento, entonces podrían prevenir el rechazo de los órganos trasplantados o detener el ataque del cuerpo contra sus propios tejidos en el caso de las enfermedades autoinmunes. Evitando la necesidad de un tratamiento inmunosupresor durante toda su vida.
