Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Islandia, afirma que los problemas del sueño, como la dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, duplica el riesgo de desarrollar cáncer de próstata en los hombres.
Los problemas del sueño son muy comunes en la sociedad moderna y pueden tener consecuencias adversas para la salud. Las mujeres con trastornos del sueño han reportado de manera consistente un mayor riesgo de cáncer de mama, pero se sabe menos sobre el papel potencial de la relación entre los problemas del sueño en el cáncer de próstata.
Al comienzo de la investigación se pidió a los sujetos responder a cuatro preguntas relacionadas con los trastornos del sueño: Si ellos tomaron medicamentos para dormir, si tenían dificultad para conciliar el sueño, si acostumbraban despertarse durante la noche y tenían dificultades para conciliar el sueño nuevamente y por último, si al despertarse temprano por la mañana, tenían problemas para volver a dormir.
Entre los examinados, ocho punto siete por ciento de los hombres reportó problemas graves del sueño y en cinco punto siete por ciento reportó problemas muy graves del sueño. Al inicio del estudio ninguno de los participantes tenían cáncer de próstata.
Los sujetos fueron seguidos durante cinco años, después de este tiempo, el seis punto cuatro por ciento recibió un diagnóstico de cáncer de próstata. Después de ordenar a los participantes por edad, los expertos descubrieron que con la severidad de las dificultades para conciliar y mantener el sueño, el riesgo de desarrollar cáncer de próstata se eleva proporcionalmente. De uno punto seis veces a dos punto uno seis veces en comparación con los hombres que no tienen problemas para dormir.
Además, los científicos encontraron un vínculo más fuerte para el cáncer de próstata avanzado en comparación con el cáncer de próstata en general, en los problemas del sueño reportados como muy graves.
El cáncer de próstata es una de las preocupaciones principales de salud pública para los hombres y los problemas del sueño son muy comunes. Si estos resultados se confirman con otros estudios, el sueño puede convertirse en un objetivo potencial para la intervención para reducir el riesgo de cáncer de próstata.
