Si bien algunas parejas dicen que la felicidad conyugal se reduce a la compatibilidad, donde ambas personas disfrutan de la misma comida, o disfrutan visitando los mismos sitios. Los investigadores de la Universidad Berkeley en California, dicen que la felicidad en el matrimonio puede ser el resultado de nuestro ADN.
El estudio revela que un gen encargado de regular la serotonina, también podría predecir en qué medida nuestras emociones afectan a nuestras relaciones. La presente investigación es la primera que relaciona la genética, las emociones y la satisfacción marital.
El misterio a resolver era ¿Qué hace que un esposo esté en sintonía con el clima emocional en el matrimonio y a otro tan inconsciente? Para descubrirlo, los investigadores siguieron a ciento cincuenta y seis parejas desde 1989.
Cada cinco años las parejas acuden a la Universidad de Berkeley para valorar su satisfacción marital e interactuar juntos en un laboratorio, mientras los investigadores evalúan sus conversaciones, basándose en sus expresiones faciales, el lenguaje corporal, el tono de voz y el tema de conversación.
Ciento veinticinco de los participantes proporcionaron muestras de ADN para que los investigadores, compararan los genotipos con su propia satisfacción marital, así como las interacciones observadas en el laboratorio.
El equipo encontró que los participantes con dos alelos cortos 5-HTTLPR, son los más infelices en sus matrimonios cuando hay una gran cantidad de emociones negativas, y los más felices cuando hay emociones positivas. Pero los participantes con uno o dos alelos largos, fueron menos afectados por la corriente emocional de sus matrimonios.
Dicho de otro modo, las personas con dos alelos cortos de la variante del gen, pueden ser como las flores de un invernadero, que florecen cuando el clima emocional es bueno, o marchitándose cuando es malo. Por el contrario, las personas con uno o dos alelos largos son menos sensibles al clima emocional.
Ninguna de estas variantes genéticas es inherentemente buena o mala. De hecho, cada una tiene sus ventajas y desventajas. Aunque los investigadores se apresuraron a señalar que esto no significa que las parejas con diversas variaciones del gen 5-HTTLPR son incompatibles. Sólo sugiere que los individuos con dos alelos cortos tienen más probabilidades de florecer en una buena relación y se marchitan en una mala.
