De acuerdo a un artículo publicado en la revista Cell, un equipo de científicos afirma haber encontrado evidencia que sugiere que la genética juega un papel en la respuesta inmune del cuerpo, afectando nuestra capacidad para luchar contra las enfermedades.
Para probarlo se analizaron alrededor de ocho punto dos millones de variantes genéticas en las muestras genéticas de mil seiscientos veintinueve habitantes de Cerdeña.
Con el fin de explicar la base de su estudio, los investigadores señalaron que el sistema inmune se compone de dos líneas de defensa: el sistema inmune innato y el sistema inmune adaptativo.
El sistema inmune innato implica el uso de la piel, la mucosa, las células y moléculas específicas que actúan como barreras que envían un mensaje, sobre los gérmenes dañinos (patógenos) que entran en el cuerpo. Por otro lado, el sistema inmune adaptativo se encarga de que el cuerpo produzca las células y las moléculas de transporte y almacenamiento, cuyo fin es el de activar las respuestas específicas para protegerse de los agentes patógenos.
Es importante señalar que los altos niveles de la función inmune en el cuerpo, pueden hacerlo más susceptible a las enfermedades autoinmunes, que se producen cuando el cuerpo utiliza su propio sistema inmunológico contra sí mismo, atacando las células sanas.
Dado que el número de células del sistema inmune adaptativo que atacan a los gérmenes nocivos o células sanas, parece estar determinado por la genética, el equipo se dispuso a ver si esta respuesta inmune en particular, podría ser heredada.
Los investigadores descubrieron que las variantes en genes particulares tenían efectos significativos sobre los niveles de uno o más tipos específicos de las células del sistema inmune. Sin mencionar que algunos de estos genes también están implicados en el riesgo de varias enfermedades autoinmunes, como la colitis ulcerosa, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide y la enfermedad celíaca.
Los autores del estudio dicen que la comprensión de los genes que afectan el sistema inmunológico y determinan el riesgo de las enfermedades autoinmunes, puede ser el primer paso hacia el desarrollo de terapias personalizadas que dependen de las necesidades del individuo.
