Científicos relacionan el dolor sexual en las mujeres con un grupo de bacterias

Dolor sexual bacteriasLa mezcla de bacterias en la vagina cambia una vez que las mujeres pasan por la menopausia. Y recientemente, un equipo de la Universidad de Maryland descubrió que una mezcla típica se encuentra presente en las mujeres con atrofia vulvovaginal (AVV); una causa frecuente de la resequedad vaginal y el dolor sexual.

Los científicos sospechan que estas bacterias pueden desempeñar un papel en la causa de la atrofia vulvovaginal y que los probióticos personalizados, u otras maneras de gestionar la mezcla bacteriana podrían prevenir o tratar la atrofia vulvovaginal en el futuro.

Los tratamientos de primera línea contra la AVV, son los lubricantes o humectantes vaginales. Y cuando este padecimiento es moderado o severo, también se recomienda aplicar dosis bajas de estrógeno en la vagina. Sin embargo, estas terapias tienen inconvenientes. Algunas mujeres, incluyendo ciertos sobrevivientes de cáncer, no pueden usar estrógeno vaginal y algunas mujeres no desean utilizar hormonas.

Por otro lado, algunos lubricantes o humectantes pueden tener efectos perjudiciales sobre la mezcla bacteriana o en el revestimiento de la vagina, incluso pueden aumentar la susceptibilidad de la mujer a las infecciones. Por lo que los tratamientos alternativos como los probióticos, sin duda serán bienvenidos.

El primer paso consiste en saber exactamente cuáles mezclas bacterianas son saludables o no. Por esta razón, los investigadores analizaron a un grupo de mujeres de entre treinta y cinco y sesenta años, para descubrir cuáles mezclas eran típicas de las diferentes etapas de la vida reproductiva de una mujer, y cuál combinación se vuelve más común después de la menopausia.

Es interesante señalar que todas estas mezclas tienen distintos tipos de lactobacilos en ellas (un género de bacterias típicas en cultivos de yoghurt y probióticos de venta libre). Cuando los niveles de bacterias lactobacilos son bajos, la vagina tiende a resecarse.

No obstante, los autores del estudio creen que el uso de estos productos con lactobacilos que no son nativos de la vagina, podrían hacer más daño que bien. Así que los probióticos usados, deberán ser personalizados para el tratamiento y la prevención de la AVV.

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