Un marcapasos suele implantarse quirúrgicamente debajo de la clavícula, para colocarlo en una especie de bolsillo de tamaño considerable debajo de la piel. Los cables eléctricos funcionan extendiéndose del dispositivo hacia el corazón, lo que le permite controlar el ritmo de los latidos, y entregar pulsos eléctricos para ajustar ese ritmo, según sea necesario.
Sin embargo, una empresa médica con sede en Minnesota, anunció que pronto estará disponible en el mercado, el primer marcapasos que puede prescindir de dicho dispositivo de control.
Conocido como NanoStim, se ha reportado que mide menos del diez por ciento del tamaño de un marcapasos regular, y se inserta directamente en el corazón a través de un procedimiento mínimamente invasivo. El dispositivo fue desarrollado por la empresa que le dio su nombre, pero fue adquirido recientemente por St. Jude.
Para implantarlo en el corazón se utiliza un catéter dirigible, que se introduce en la vena femoral a través de una pequeña incisión en la parte interna del muslo. Esto deja una cicatriz considerablemente más pequeña que la de una cirugía en el pecho. A diferencia de los marcapasos regulares, éste no puede ser visto o sentido debajo de la piel.
Lo más importante, es que el procedimiento reduce el riesgo de infecciones que pueden ocurrir en el bolsillo de piel. Sin mencionar que los marcapasos tradicionales tienen piezas que pueden romperse o separarse.
En el interior del NanoStim, un electrodo suministra los impulsos eléctricos al corazón cuando sea necesario, junto con una batería que es aproximadamente del tamaño de una batería triple A. Esta batería puede durar hasta ocho años y medio. Cuando necesite un reemplazo, el marcapasos puede ser recuperado de la misma manera en que fue implantado.
