Un osteópata de veinte años llamado Simon Freedman, descubrió que muchos de sus pacientes estaban experimentando problemas causados por la falta de una silla adecuada. Sin embargo, el reto más difícil al que se enfrentó fue que no podía encontrar una silla para recomendarles. Por esta razón decidió hacer una por sí mismo.
Quince años después, anunció una silla que afirma, es la única que permite a la columna vertebral y la pelvis, adoptar la postura que experimentamos al estar de pie.
De acuerdo con su comunicado, la silla (que lleva su nombre) permite a los usuarios mantener la curvatura natural de la columna vertebral en ambas direcciones, adelante-atrás y en los laterales.
La clave para mantener la curvatura natural de la columna vertebral es un ángulo de veintisiete grados en el muslo desde la horizontal. La silla se ha diseñado para mantener este ángulo cómodamente, en una postura relajada, sin resbalar de la silla.
Su creador afirma que nueve de cada diez personas tienen longitudes de pierna desiguales, lo que a su juicio ha sido totalmente ignorado por los diseñadores de otras sillas. Los cojines del asiento se inclinan de lado a lado, lo que permite a los usuarios encontrar su postura natural de lado.
Cuando se lance al mercado, se espera que el costo sea de mil trescientos dólares, pero Freedman también tiene la intención de lanzar una campaña de financiación para vender quinientas sillas a un precio de quinientos sesenta dólares.
