Una tendencia cada vez más importante en la epidemia mundial del VIH, es el creciente número de personas mayores de cincuenta años, que viven con VIH. A nivel mundial, un estimado de tres punto seis millones de personas mayores de cincuenta años viven con VIH.
Este envejecimiento de la epidemia del VIH, se debe principalmente a tres factores:
– El éxito de la terapia antirretroviral en la prolongación de la vida de las personas que viven con el VIH
– El disminuir la incidencia del VIH entre los adultos más jóvenes trasladando la carga de la enfermedad a edades más avanzadas
– La frecuencia (no cuantificada y por lo tanto, pasada por alto en muchos casos) con la que las personas mayores de cincuenta años exhiben muchas de las conductas de riesgo que también se encuentran entre las personas más jóvenes.
Se estima que en el 2012, hubo al menos dos punto tres millones de nuevas infecciones por VIH entre los adultos y los niños. A medida que el tratamiento antirretroviral se expande, también se han reducido las muertes relacionadas con el SIDA.
No todas son malas noticias.
A finales de 2012, unos nueve punto siete millones de personas en países de bajos y medianos recursos estaban accediendo a la terapia antirretroviral; un aumento del veinte por ciento en sólo un año. Otros resultados significativos también se han logrado en el cumplimiento de las necesidades de los pacientes que viven con tuberculosis y VIH, en los que las muertes relacionadas con la tuberculosis han disminuido en un treinta y seis por ciento desde 2004.
