Durante mucho tiempo se ha planteado la hipótesis de que, en comparación con las mujeres, los hombres tienen narices más grandes. Ahora bien, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Iowa, confirma que es cierto, afirmando que en promedio, la nariz de los hombres es diez por ciento más grande que la nariz de las mujeres.
El estudio se llevó a cabo en varias poblaciones europeas, donde la diferencia de tamaño es el resultado de las distintas constituciones corporales entre ambos sexos, junto con las diferentes demandas de energía.
Los investigadores explican que en general, los hombres tienen una masa muscular más magra que las mujeres, lo que significa que necesitan más oxígeno para fomentar el crecimiento y el mantenimiento muscular. Dicho de otro modo, ellos creen que los hombres tienen narices más grandes para poder inhalar más oxígeno, que a continuación se transporta a la sangre antes de alcanzar el músculo.
El estudio se llevó a cabo en treinta y ocho individuos de origen europeo, que fueron inscritos en el estudio desde los tres años de edad hasta mediados de los veinte. Cada participante tuvo mediciones internas y externas regulares de su nariz, tomadas a lo largo del periodo de estudio.
Los resultados del estudio revelaron que desde el nacimiento hasta la pubertad, las niñas y los niños en general tienen el mismo tamaño de nariz. Pero a partir de los once años, es cuando las diferencias de tamaño comienzan a ocurrir, caracterizada por un diez por ciento de aumento en el tamaño promedio de la nariz masculina, en comparación con la nariz femenina.
Este patrón refleja las variables energéticas, tales como el consumo de oxígeno, el consumo de calorías y las tasas metabólicas. Por otra parte, este patrón es diferente de lo que puede apreciarse al examinar el tamaño general del rostro. Para un tamaño de cuerpo dado, los varones muestran una cara desproporcionadamente mayor a los tres años de edad, tal vez antes.
Este trabajo podría ayudarnos a explicar por qué nuestros antepasados tenían narices más grandes; los neandertales por ejemplo, poseían una mayor masa muscular, por lo que requerían narices más grandes con el fin de mantener ese músculo. No obstante, debido a que los seres humanos de hoy en día tienen menos masa muscular, no hay necesidad de narices tan grandes.
