Una nueva investigación realizada en el Hospital Infantil de Seattle, afirma que el uso del biberón parece aumentar el riesgo de desarrollar estenosis pilórica hipertrófica, una forma de obstrucción estomacal caracterizada por vómitos graves y frecuentes, que se presenta especialmente durante los primeros dos meses de vida.
En muchos casos, una cirugía llamada piloromiotomía puede ser necesaria para eliminar la estenosis pilórica hipertrófica (EPH), que ocurre cuando la capa de músculo liso del píloro entre el estómago y el intestino se adelgaza.
Los autores del estudio, señalan que a pesar de ser una condición bastante común que se presenta aproximadamente en dos de cada mil nacimientos, la causa sigue siendo desconocida. Por esta razón, la presente investigación tiene por objeto establecer si la alimentación con biberón durante la primera infancia, aumenta el riesgo de desarrollar EPH, y si es así, descubrir si este riesgo puede ser modificado mediante otros factores.
Los investigadores recopilaron datos de los certificados de nacimiento en el estado de Washington, entre enero de 2003 y diciembre de 2009. Los participantes en el estudio eran bebés menores de seis meses de edad, que habían sido diagnosticados con EPH y luego sometidos a la cirugía correctiva.
Es importante señalar que existen muchas razones por las que las madres dejan de amamantar a sus bebés, que van desde la mastitis a los pezones agrietados y adoloridos. De hecho, un informe de la UNICEF informó que el sesenta por ciento de las mujeres no logró dar el pecho durante el tiempo que ellas hubieran querido.
Además, los investigadores trataron de ser cautelosos con sus conclusiones, ya que el estudio es completamente observacional, de manera que la información proporcionada podría ser poco precisa y no incluye otros factores como las ventajas o desventajas de la leche materna y las fórmulas lácteas.
Sin embargo, sus datos sugieren que la alimentación con biberón, puede desempeñar un papel en la etiología del EPH. De manera que sólo nuevas investigaciones podrían ayudar a dilucidar los mecanismos subyacentes en el efecto observado por la edad y la paridad. Sin olvidar los posibles efectos hormonales.
