Existen muchos tipos de dietas, y las más saludables son las que están basadas en vegetales y permiten cantidades moderadas de pescado o carne. Aunque lo más importante es que la elección de una dieta rica en frutas y verduras puede ayudar a prevenir muchas de las enfermedades crónicas, sin olvidar que ayudará a mantener nuestro peso es un nivel saludable.
Existen muchas investigaciones que sugieren que una dieta basada en vegetales puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2, si a esto le incluimos frutas estaremos previniendo el padecimiento de la hipertensión y las enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares que conlleva.
Hablando del corazón, las personas que consumen ochos porciones de frutas y verduras al día reducen en un treinta por ciento las probabilidades de un ataque al corazón o un derrame cerebral. Acompañar esta dieta con granos enteros en lugar de carne, hará que uno se sienta satisfecho con menos calorías, lo que se traduce en una pérdida de peso.
Los vegetales y las frutas están llenos de fibra, que ayuda a mantener una buena digestión, a evitar el estreñimiento, reduce los niveles de colesterol y azúcar en la sangre. Las zanahorias, espinacas, la calabaza, el kiwi y las uvas son alimentos ricos en luteína y zeaxantina; se cree que estas sustancias ayudan a prevenir las cataratas y la degeneración macular.
¿Sabías que los productos de origen animal contienen grasas saturadas conocidas por obstruir los poros de la piel? Tu piel seguramente te agradecerá consumir tomates, gracias a su licopeno que ayuda a proteger la piel del daño solar y la vitamina C en las papas dulces suavizará las arrugas, gracias a que estimula la producción de colágeno.
Y la lista sigue y sigue…
