Cuando hablamos de la investigación con células madre, la transformación de las células adultas de un tipo específico a otro es algo posible. Por ejemplo, el convertir células de la piel en un nuevo corazón. Este proceso implica comúnmente la conversión de la célula adulta a un tipo de célula pluripotente. Algo así como una célula que un día se da cuenta que nunca quiso llegar a ser una célula de la piel.
Sin embargo, un estudio realizado por científicos del Instituto de Investigación Scripps en La Jolla, California, logró desarrollar un método distinto con ayuda de unos ratones. Lo novedoso en esta investigación ha sido que mediante el uso de cuatro genes, los investigadores fueron capaces de reprogramar células adultas a células madre embrionarias.
Curiosamente, los cuatro genes que los investigadores utilizaron para producir estas células son riesgosos, ya que esos mismo genes pueden transformar las células en tumores. Para reducir este riesgo, los genes se desactivan después de pocos días, haciéndolos más fáciles de reemplazar.
De existir un punto intermedio entre las células reprogramadas y su capacidad para convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo, estas serían una nueva fuente renovable para todo tipo de tejido. No obstante, el trabajo del Dr. Sheng Ding y sus colegas del instituto aún tiene mucho camino por recorrer antes de convertirse en un tratamiento efectivo para las enfermedades del corazón. Por ejemplo, el actual estudio se realizó en ratones y queda por ver si este protocolo produce los mismos resultados en las células humanas. Pero está claro que cada día, la humanidad se acerca cada vez más a producir células de todo tipo y hechas a la medida.
