Aún no se sabe con certeza si una determinada dieta o ciertos nutrientes pueden evitar que el cáncer reaparezca. Después de todo, los estudios que examinan dietas bajas en grasa o dietas que contienen frutas y vegetales específicos, han tenido resultados mixtos. A pesar de esto, en general es una buena idea tener una dieta variada que haga hincapié en las frutas y verduras.
Aunque puede ser tentador incluir en nuestra alimentación, una gran cantidad de suplementos vitamínicos y minerales, quizá sea más conveniente resistirse a este impulso. Algunos sobrevivientes de cáncer podrían llegar a pensar que si una pequeña cantidad de vitaminas es buena, una gran cantidad debe ser aún mejor. Pero eso no es el caso, de hecho, una gran cantidad de ciertos nutrientes puede hacernos daño. Lo mejor es preguntarle a un especialista por la mejor forma de obtener todas las vitaminas que necesitamos.
Respecto al peso, es posible que se haya ganado o perdido peso durante el tratamiento. Es importante mantener nuestro peso en un nivel saludable, hablar con el médico nos ayudará a saber qué es saludable para uno mismo. Y es que algunos pacientes necesitan aumentar su peso de manera segura, mientras que otros necesitan perderlo.
Controlar el número de calorías que se consume y hacer ejercicio, es un hábito que debe formarse. Lo mejor es hacerlo lentamente y apegarse a las indicaciones de los especialistas.
