Ante la depresión, es posible lograr grandes avances, realizando cambios sencillos en nuestro estilo de vida: haciendo ejercicio todos los días, enfrentando la necesidad de aislamiento, comiendo alimentos saludables y organizando el tiempo para descansar y relajarnos.
No obstante, sentirse mejor toma tiempo, pero se puede llegar a tomar decisiones positivas cada día y aprovechar el apoyo de los demás. Siempre es bueno hablar con alguien de confianza para compartir lo que está sucediendo con uno mismo. Por ningún motivo resulta penoso buscar la ayuda y el apoyo que uno necesita. Incluso en los casos donde hayamos cometido errores previos; todos son momentos difíciles que pueden llegar a superarse.
Cuando una persona se encuentra deprimida, siempre es más cómodo buscar el aislamiento, pero estar cerca de otras personas es un hábito que reduce la depresión. Así que es recomendable mantenerse al día con algunas actividades sociales. Por otro lado, los estudios demuestran que el ejercicio regular puede ser tan eficaz como los fármacos antidepresivos en el aumento de los niveles de energía y la disminución de la sensación de fatiga. No es necesario ir al gimnasio, pero una caminata diaria de treinta minutos nos dará el impulso necesario.
La depresión viene acompañada con problemas de sueño, ya sea que una persona duerma demasiado poco o en exceso, nuestro estado de ánimo lo resentirá. Buscar un horario adecuado y aprender sobre los hábitos de sueño saludables será de gran ayuda.
Es importante señalar que la exposición moderada a la luz solar puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Desde una comida al aire libre hasta sentarse en el jardín a beber café, basta con tomar al menos quince minutos de luz solar al día. Este hábito podría estar acompañado de una práctica de relajación, así será más sencillo aliviar los síntomas de la depresión, reducir el estrés y aumentar la sensación de alegría y bienestar.
