Mantenerse saludable y sentirse mejor es importante a cualquier edad y esto no cambia sólo porque una persona comienza a tener algunas canas. A medida que envejecemos, experimentamos un número de cambios físicos, psicológicos y sociales en nuestra vida. Estos incluyen la jubilación, el que los hijos se vayan de casa o la pérdida de un ser querido.
La clave para mantenerse saludable radica en cómo manejamos esos cambios y crecemos a partir de ellos.
Enfrentar el cambio es difícil, sin importar la edad que uno tenga. El desafío para los adultos mayores de cincuenta años es el gran número de cambios y transiciones que comienzan a producirse, sin mencionar la disminución de la salud e incluso la pérdida de independencia. Es natural sentir esas pérdidas, pero sólo cuando ese sentimiento de pérdida se compensa con ingredientes positivos es posible encontrar la fórmula para mantenerse saludable a medida que se envejece.
El envejecimiento saludable significa reinventarse continuamente a medida que cruzamos por las distintas edades de nuestra vida. Y significa encontrar nuevas cosas que nos agraden, adaptarnos a los cambios, mantenernos física y socialmente activos y sentirnos comunicados con nuestra sociedad y los seres queridos.
Desafortunadamente para muchos, el envejecimiento trae ansiedad y miedo en su lugar. Con pensamientos acerca de cómo cuidaremos de nosotros; qué pasará cuando perdamos a nuestra pareja o sobre qué pasara con nuestra salud mental. Sin embargo, muchos de estos temores derivan de los mitos sobre el envejecimiento, que suelen ser exagerados por los medios de comunicación o que simplemente no existen. Lo importante es recordar que somos más fuertes y más resistentes de lo que pensamos.
