Diagnosticar la enfermedad neumocócica puede ser algo difícil, ya que una prueba microbiológica podría ser insuficiente para detectar la infección. Aunque sí existen varias formas para saber si un paciente tiene este padecimiento. Las pruebas a utilizar dependerán en gran medida de los signos y síntomas del paciente. Y ya que algunos tipos de bacterias también pueden causar infecciones con síntomas similares, es importante descartar la presencia del Streptococcus pneumoniae o neumococo.
El médico puede llevar a cabo u ordenar algunas de las siguientes pruebas:
Un examen físico del paciente. Durante la prueba, el médico va a escuchar el pecho del paciente con un estetoscopio. Si se escucha un crujido distintivo (estertores) podría ser un signo de neumonía. Un profesional de la salud también puede ser capaz de diagnosticar los casos mediante la observación de la frecuencia respiratoria del paciente y los patrones de respiración.
Las personas con infecciones graves tienden a experimentar una caída en la presión arterial, por lo que una prueba de presión arterial resulta bastante útil.
Otro indicador de la neumonía podría surgir al realizar las radiografías de tórax, gracias a ellas se pueden detectar algunas sombras o la evidencia de líquido en la cavidad pleural que puede implicar un empiema.
Las pruebas de tinción de Gram y las pruebas de cultivo podrían ser necesarias cuando se sospecha de una infección neumocócica. Las muestras deben obtenerse antes de la terapia antibiótica, aunque esto no significa que deba retrasarse el tratamiento con antibióticos.
Cabe señalar que las pruebas de laboratorio no suelen ordenarse si el paciente tiene conjuntivitis u otitis, a menos que tengan una fiebre más alta o luzcan demasiado enfermos.
