Una nueva investigación realizada por la Clínica Mayo, sugiere que las personas con altos niveles de azúcar en la sangre, incluso aquellos que no tienen diabetes, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo.
Otras investigaciones han demostrado que las personas con diabetes tipo 2 -un trastorno que hace que los niveles de azúcar en la sangre de una persona lleguen a ser demasiado altos-, pueden aumentar el riesgo de padecer demencia.
De acuerdo con la Clínica Mayo, la diabetes es considerada un factor de riesgo para la demencia vascular, ya que puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro. Este tipo de demencia es a menudo causado por la reducción o bloqueo del flujo de sangre al cerebro.
Sin embargo, los investigadores alemanes dicen que incluso aquellos sin diabetes que tienen niveles altos de azúcar en la sangre, pueden estar en riesgo de ver deterioradas sus capacidades de la memoria.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores analizaron a ciento cuarenta y tres personas con una edad promedio de sesenta y tres años, que estaban libres de diabetes o pre diabetes (problemas de intolerancia a la glucosa). Los investigadores excluyeron a los que tenían sobrepeso, a los que consumían más de tres punto cinco porciones de alcohol por día, y los que ya contaban con trastornos de la memoria o el pensamiento.
Los participantes se sometieron a pruebas de glucosa en la sangre, necesarias para llevar a cabo las pruebas de memoria. Una de las pruebas requeridas a los participantes consistió en recordar una lista de quince palabras, treinta minutos después de escucharlas.
Los resultados mostraron que los participantes que tenían bajos niveles de azúcar en la sangre obtuvieron puntuaciones más altas en las pruebas de memoria, en comparación con los que tenían niveles más altos de azúcar en la sangre.
Por otro parte, los investigadores dicen que su investigación sugiere que los cambios en las estrategias de estilo de vida, que buscan mejorar los niveles de glucosa a largo plazo, podrían ser una estrategia prometedora para prevenir el deterioro cognitivo en el envejecimiento. Sin mencionar que la prevención de la obesidad, especialmente en la mediana edad, tendría un impacto benéfico significativo.
