Existen varios factores que pueden propiciar la adicción a Internet o al ordenador. Las personas que están en mayor riesgo usualmente presentan una o más de las siguientes características:
Ansiedad: Las personas pueden utilizar el Internet para distraerse de sus preocupaciones y temores. Un trastorno de ansiedad obsesivo-compulsivo también puede contribuir a la constante comprobación de correo electrónicos o de redes sociales en Internet.
Depresión: El Internet puede ser un escape para los sentimientos de depresión, pero estar demasiado tiempo en línea puede empeorar las cosas. La adicción a Internet también contribuye al estrés, el aislamiento y la soledad. Los adolescentes con depresión pueden sentirse más cómodos con sus amigos virtuales que con los amigos de la vida real.
Otras adicciones: Muchos adictos a Internet sufren de otras adicciones, como el alcoholismo, las drogas, el juego o el sexo.
Falta de apoyo social: Los adictos a Internet a menudo utilizan sitios de redes sociales, mensajería instantánea o los juegos en línea como una forma segura de establecer nuevas relaciones, sintiendo más confianza al relacionarse de esta manera.
Una movilidad limitada: Es posible que algunas personas estén enfrentando una nueva discapacidad que limite su habilidad para conducir o caminar. También es probable que a los padres con niños pequeños les sea más difícil poder salir de casa y contactar a los viejos amigos.
Estrés: Mientas que algunas personas utilizan el Internet para aliviar el estrés, esto puede tener un efecto contraproducente. Ya que mientras más tiempo pasan conectados a Internet, mayor será su nivel de estrés.