Con la promesa de mejorar nuestras capacidades mentales, es fácil ver por qué los juegos de entrenamiento cerebral son tan populares. Pero un estudio reciente muestra que los beneficios percibidos, pueden limitarse a la memoria en lugar del coeficiente intelectual.
Los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, explicaron que es difícil pasar mucho tiempo en la red, sin encontrar un anuncio que prometa entrenar nuestro cerebro y aumentar nuestro coeficiente intelectual. Estas afirmaciones son especialmente atractivas para los padres de los niños que tienen dificultades en la escuela.
La memoria a corto plazo se refiere a nuestra capacidad para mantener la información, ya sea en la mente o donde sea rápidamente recuperable, sobre todo cuando hay distracciones. Por otro lado, la inteligencia fluida general es la capacidad para inferir las relaciones, hacer el razonamiento complejo y resolver problemas.
El vínculo entre la inteligencia relacionada con la memoria a corto plazo y la inteligencia fluida, podrían señalar que un aumento en cualquiera de los dos aspectos se traduce en una mejora inmediata del otro. Sin embargo, esto sólo sería suponer que las dos construcciones son la misma cosa.
Después de realizar pruebas con cincuenta y cinco estudiantes durante veinte días, en los que se midió la capacidad inicial y su posible mejora después del estudio. Los resultados fueron claros: sólo los estudiantes que entrenaron en tareas de capacidad de memoria, mostraron mejoras en sus niveles para almacenar información. No obstante, ninguno de los grupos de estudio mostró algún beneficio en las mediciones de inteligencia fluida.
El beneficio principal parece ser que las personas estarían mejor capacitadas para desarrollar múltiples tareas en el mundo real. Pero los beneficios de la formación no se transfieren a la inteligencia fluida.
